Monday, January 23, 2012

Las Etiquetas como ambivalencia en nuestra personalidad

La excelencia de un líder, se mide por la capacidad de transformar los problemas en oportunidades.
Pete Drucker.

Primera etiqueta. Los líderes deben fortalecerse. Un líder en desarrollo no puede discernir cuál es un problema y cuál es una oportunidad.
¡Falso! La vida se basa en ensayos y errores, y a partir de los errores podemos desarrollar estrategias y tácticas de crecimiento. No creamos que un error se detecta solamente por las reacciones de los demás porque nadie poseemos la verdad absoluta, aunque sí necesitamos de guías y mentores. Hay que desarrollar esa habilidad de escuchar y admitir, así como un pensamiento lateral que nos permita mirar en todas direcciones para después enfocarnos en una sola.

En el escenario de los grupos y equipos, se tiende a catalogar a los integrantes bajo ciertas características. Depende de nosotros mismos si nos identificamos con éstas y a conveniencia las utilizamos a nuestro favor, o decidimos estancarnos y detener ahí nuestro crecimiento. Desde el seno familiar adquirimos estas "Etiquetas", que se alimentan constantemente en el transcurrir de nuestra historia personal, por lo que es prudente analizar qué parte de lo que los demás ven en nosotros nos sirve y de qué parte podemos prescindir. El pasado nos sirve para filtrar las ocasiones en que nos hemos equivocado y ver dónde y cómo pudimos encontrar la clave para convertirlo en acciones. Los líderes debemos solventar con nuestras propias aptitudes, habilidades y fortalezas todas las encomiendas que enfrentemos, pero eso no quiere decir que no podamos potenciarlas y mejorarlas.
Para deshacernos de estos encasillamientos, debemos en primer lugar defender nuestra posición ante los demás. Decir "No soy enojón. Necesitamos disolver esa impresión, dialoguemos.", para nosotros mismos deshacernos de esa etiqueta y dar pie a las acciones que lo comprueben. Hay que ser congruentes entre lo que comunicamos y lo que hacemos, porque nuestra identidad se basa en nuestros logros al respecto.
Como Toastmasters, estructurar un discurso y acompañarlo con el lenguaje corporal es una de nuestras funciones básicas, pero también lo es ser receptivos ante las observaciones que se nos hagan al respecto. Evitemos compadecernos de nuestras debilidades, porque son a fin de cuentas las que nos motivan a girar contra el viento y la marea y nos llevan a la seguridad y la confianza en nuestras capacidades.

Si somos Líderes, demos la cara. Si somos impulsivos, detengámonos a consultar con los demás. Si somos poco participativos, tomemos la iniciativa de enrolarnos en el equipo. Pero es importante no dejar que una etiqueta nos suma en el letargo y nos deje sin voz. La voz es nuestra principal herramienta como Toastmasters, ¡Conozcámosla!

Nada sucede hasta que algo se mueve.
Albert Einstein.
Les recomiendo ver el crecimiento de Magnús Scheving y su empresa "Lazy Town"

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